Cuarentena en calle

“Es un invento del gobierno… los noticieros están manipulando para hacer creer que en el mundo está afectando este virus. Además, se puede curar con mentisan (ungüento mentolado utilizado para aliviar los síntomas del resfrío común y de la gripe)”, eran los argumentos con los que adolescentes, jóvenes y adultos en situación de calle  justificaban su permanencia en el espacio público pese a la cuarentena.

Mientras tanto, por distintos medios de comunicación se compartía la frase “Quedáte en casa” como parte de la campaña preventiva para evitar la propagación del Covid-19, sin embargo, este mensaje fue difícil de aceptar para la población que vive en situación de calle porque generan ingresos económicos vendiendo dulces, limpiado parabrisas y, en el peor de los casos, se dedican al robo en el espacio público. Además, fueron presa fácil de la información falsa que circula en redes sociales, lo que provocó que se resistieran a abandonar la calle.

A medida que pasaban los días de la cuarentena y la situación en calle de esta población empeoraba, comprendían que la llamada pandemia no era un simple rumor para asustar a la gente, sino era un virus letal que cobraba la vida de miles en todo el mundo. Es así que ellos mismos pidieron ayuda a las instituciones no gubernamentales con las que tienen contacto, para ponerse a buen recaudo y no ser víctimas de esta enfermedad.

“Muchos de los muchachos han tratado de aguantar todo lo que han podido en calle, después ellos mismos nos pidieron ayuda para entrar a algún albergue”.

Educador de calle
Educador de calle junto a niños en situación de calle en El Alto /Foto Maya Paya Kimsa

De vuelta a casa

La primera opción de ayuda que dieron las instituciones no gubernamentales que trabajan con población en situación de calle fue viabilizar el retorno de muchachos, tanto menores como mayores de edad, a su entorno familiar, siempre y cuando este no represente un peligro para la violación de sus derechos.

“Muchos chicos han vuelto a casa a raíz de que hemos hablado con ellos sobre los peligros de la enfermedad y estamos haciendo un seguimiento vía telefónica”, asegura el subdirector de Maya Paya Kimsa, Denis López.

Pero fue pocos los casos en que fue viable la alternativa de retorno al núcleo familiar, porque no debemos olvidar que un factor de expulsión para la presencia de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en calle, es justamente la violencia que viven en su entorno familiar.

Habilitación de albergues

A partir del pasado 22 de marzo en Bolivia rige una cuarentena general como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus, sin embargo,  la habilitación de albergues para la población en situación de calle fue sino hasta los primeros días del mes de abril.

“Ellos tardaron en darse cuenta de la gravedad del problema de esta pandemia, y cuando lo hicieron preguntaban mucho la manera en cómo podían cuidarse y cuando se les presentó la opción del albergue ni la dudaron, aceptaron inmediatamente y ellos mismos ahora están más tranquilos”, asegura un educador de calle.

La directora de Niñez, Género y Atención Social de la Alcaldía de El Alto, Amida Duk, informó el pasado 3 de abril que se habilitó el Multifuncional de la Ceja como albergue para personas en situación de calle, donde se velará por la salud de esa población vulnerable, para mitigar el contagio del coronavirus.

Duk indicó que el albergue transitorio tiene capacidad para unas 40 personas en situación de calle. Aclaró que no se permitirá el ingreso de bebedores consuetudinarios o consumidores de droga, por la seguridad de la población alojada.

En el caso de La Paz, el coliseo de Alto obrajes es el centro de acogida para 40 personas en situación de calle con diferentes adicciones. El Ministerio de la Presidencia, la Gobernación y el Gobierno Municipal de La Paz en trabajo conjunto, informaron que el lugar se encuentra debidamente equipado para atender a esta población.

Así mismo, Patricia Díaz, Secretaria de Desarrollo Social del Gobierno Autónomo Departamental de La Paz, explicó que se coordinó con el Servicio Departamental de Salud (SEDES), para que el personal médico apoye a los acogidos. Del mismo modo, la Dirección de Seguridad Ciudadana, brinda efectivos policiales para la seguridad de los ambientes.

Al margen del cuidado en el centro de acogida, las personas con adicciones de alcohol, sustancias controladas e inhalantes, reciben atención de procesos terapéuticos grupales.

Lo lamentable, es que no toda la población en situación de calle acudirá a los albergues habilitados tanto en el municipio alteño como paceño, debido a muchos de ellos los ven como instituciones represivas. “Tienen una resistencia a las instituciones del sistema de protección del municipio, por las estrategias coercitivas y represivas que tienen… entonces no son instancias del todo confiables para ellos”, sostiene Dennis López, quien es parte de Maya Paya Kimsa, primera institución que trabaja con población en situación de calle en El Alto.

Población que vive en la invisibilidad

“Vivir en situación de calle implica una total vulneración de derechos. Ellos tienen enfermedades de base por el hecho de estar en calle. Tienen un deterioro general de su salud como enfermedades respiratorias, tuberculosis, ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) algunos ya en fase SIDA…  Estas enfermedades de base hace que ellos estén en mayor vulnerabilidad para contraer el coronavirus”, asegura López.

El pasado 8 de abril el gobierno nacional anunció que el Bono Familia de 500 bolivianos se cancelará desde el próximo 15 de abril. Este bono se pagará por cada hijo que esté en escuelas fiscales, desde pre kínder hasta el último curso del nivel secundario.

Sin embargo, se conoce que las familias que viven en situación de calle no todos escolarizan a sus hijos, por lo tanto están excluidos de tal beneficio.

“El sistema de protección no visibiliza a estas familias y por eso están en mayor exclusión”. afirma Denis-

Además, desde que rige en el país el Sistema Único de Salud (SUS) la atención médica para esta población fue más complicada porque para atenderles se les exige el carnet de seguro, documento al que no acceden  por no tener documentos de identidad, factura de luz o agua y pero aún croquis domiciliaria.

“Si la crisis económica va a golpear fuerte a la población en general, imagínate a estos chicos. Incluso los que ya dejaron la calle como espacio de vida, volverán a la calle… es un retroceso”.

Denis López, subdirector Maya Paya Kimsa.

Muchos economistas aseguran que después de esta crisis sanitaria se avecina una crisis económica a nivel mundial. Desempleo; migración,  trabajo informal; niños, niñas, adolescentes en el espacio público con el riesgo de desencadenar nuevos chicos en situación de calle, situación que implicaría mayor actividad informal, actividades delictivas y violencia sexual comercial.

Según resultados del Censo de personas en Situación de Calle de 2014,  realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en las nueve ciudades capitales más El Alto, se registra un total de 3.768 personas en  situación de calle (2.751 son hombres y 975 mujeres).

Datos, que a la fecha de acuerdo a las ONGs que trabajan con este sector de la población, aumentaron, por tal motivo exhortan a las instituciones públicas principalmente, por ser los primeros garantes de los derechos, a trabajar de manera más articulada con las instancias privadas para poder mitigar de alguna manera  la gran necesidad que van a sufrir estas familias.

“Es hora que municipios y gobernaciones canalicen recursos para fortalecer a las instituciones que trabajan con estas poblaciones porque se avecinan tiempos difíciles”, concluye Denis López.

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